Paul Morris Parte 2: "Los sueños son un impulso para seguir andando"



"En general me siento fuerte, me siento independiente…” Desde el primer día, -hace 6 años-, trabajó duro para conseguir su diploma en “Bachelor of Dance” y siente que se ha vuelto más adulto, que hoy en día sabe tomar mejores decisiones para su propio bien, y llegar a un país en donde las costumbres como la puntualidad funcionan y se valoran, le han ayudado a formarse mejor como persona y como artista. 

“Debo admitir que extraño Venezuela todos los días: extraño a la gente más que a nada, a mis amigos, a mi familia que aún vive allá, mis abuelos Morris, mi papá, mis tíos, mis primos… ¡Extraño el Sol!

Recuerdo que cuando llegué en el año 2012 salía a la calle a las 4 y media de la tarde y me decía a mi mismo en shock ¡¿por qué el Sol está bajando tan temprano?!… Cada invierno me da una ‘depresión invernal’ -he aprendido a tomar vitamina D desde octubre para no sentirme tan mal-.

Extraño las fiestas venezolanas, que son de las mejores rumbas, extraño el clima junto con el Sol, y la cultura. Extraño esa calidez que es propia de los venezolanos y los latinos en general…” Cuando escucha a alguien hablando español en la calle Paul siente una emoción inexplicable y unas ganas de hablarlo que nadie se las quita. 

“También recuerdo que en mi época de adolescente no me gustaba para nada la música típica de Venezuela, pensaba que ‘esa gente no sabía nada de hacer música’ y ahora cada vez que escucho una canción de Simón Díaz se me aguan los ojos y pienso ‘qué linda la cultura de Venezuela, tan propia y tan, no sé… tan bella”. 

“¿Cambiaría algo de lo que ha pasado? Creo que no me hubiese cambiado el apellido, y me hubiese quedado como Paul Morris, porque aquí en Holanda he creado mucha confusión con ese tema, además de haber hecho que mis hermanos se cambiaran también su apellido, para que no piensen que venimos de familias diferentes…”

Paul comenzó a estudiar en una universidad de Arnhem, que es una ciudad más hacia el Este de Holanda, y dos años después se dio cuenta de que no era la universidad indicada para desarrollarse en el área musical y artística que él quería. Igual no es una decisión que cambiaría, porque fue tiempo aprovechado en aprendizajes personales y como artista, e hizo amigos que va a tener por el resto de su vida… Él se cambió a una universidad en Amsterdam. “Creo que si hubiese comenzado en un principio en esa universidad, mi holandés no sería tan bueno como lo es ahora, porque Amsterdam es más internacional y hubiese hablado más en inglés desde el inicio por cuestiones de practicidad y rapidez para integrarme. En Arnhem tuve más tiempo para dedicarme a aprender el idioma de manera correcta…

He cometido muchos errores y no me arrepiento porque de esos errores es que uno aprende. Estoy feliz con mi vida por como es ahora… Aunque si pudiera traer a todo el mundo de Venezuela sería mejor, pero sé que es algo que no sería posible”. 

Como recomendaciones para quien quiera irse a Holanda Paul hace énfasis en las aplicaciones móviles para poder ubicarse en las ciudades. Google Maps sobre todo, “sin eso estaría en China, porque yo me pierdo fácilmente”. De ser el caso de ir a cualquier país europeo “recomiendo dedicación para aprender el idioma de ese lugar y aceptar el hecho de que hacer el ridículo es parte de aprender una nueva lengua, de los errores se aprende, nuevamente”.

Una de las cosas principales que marcaron a Paul fue la puntualidad. “En Venezuela si te vas a tomar un café con alguien es muy relajado y espontáneo, con calma -que es muy bonito del venezolano- pero aquí si quedas a las 2pm para un café, es a las 2pm en punto, e incluso a 10 minutos para las 2, porque para ellos la puntualidad significa respeto… Por eso he aprendido a tener una agenda para estar siempre organizado” 

Basándose en su propia experiencia Paul da como consejo que, al emigrar, hay que prepararse para estar solo y sentirse solo por un tiempo, pero también hay que saber que si uno se abre, la gente te dará la bienvenida. "Las personas en Holanda me han abierto las puertas desde el principio, todo depende de la actitud con la que te presentes, what you give is what you get”. 

“Mi último consejo es sobre la comunicación: Si te va mal, díselo a alguien; si necesitas algo, comunícate; y si estás perdido, pregúntale a la gente cómo llegar.

En resumen, con esta aventura desde que me fui de Venezuela, quiero decir que los sueños son un impulso para uno seguir andando y quisiera inspirar a la gente que está a mi alrededor para conocerse a sí mismos y reconocer qué es eso que los inspira y lo que los mueve; y saber que si uno es honesto consigo mismo, las metas se pueden conseguir sin dejar de mencionar que hay que trabajar duro por lo que quieren. 

Si mi familia y mis amigos leen esto, quisiera que sepan que los extraño muchísimo. Que de verdad espero que cuando haya recorrido más camino, pueda llevar mi conocimiento y mi experiencia a Venezuela, fundar una escuela de artes… Y poder seguir inspirando a las personas que tengan los mismos sueños que tuve y tengo yo”. 


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